viernes, 1 de agosto de 2008

Desencuentros

— ¿Porque no me llamaste ayer?
— Yo te llame, me atendió el contestador.
— Es mentira ¡Estas mintiendo, como siempre!
— No, no es mentita juro que llame.
— ¿Lo juras?
— Si
— ¿Y porque lo juras?
— ¿Cómo porque lo juro?, lo juro por…
— ¡Cállate, sierra la boca!
— Tranquilízate por favor. Porque no vamos a hablar a un lugar mejor
— ¿Que acaso este lugar no te gusta?, yo creo que es hermoso. Oh mira allí abajo esta tu auto estacionado ¿Qué alto que estamos no?
— Si por eso, no me gustan las alturas. Si quieres entramos a tu apartamento y tomamos algo.
— No llamaste.
— Si, llame. Clara por favor no hagas eso.
— ¿Hacer que? ¿Esto?
— ¡Bajate de ahí! ¿Estas loca? Te puedes caer
— Si, caer si. Pero no cariño no me voy a tirar si acaso es eso lo que te preocupa. ¿Qué te crees? ¿Qué por ti yo voy a terminar desparramada en el maldito asfalto? ¿Qué por un par de veces que te has subido encima de mí y me hiciste delirar de placer yo voy a volverme loca? No, ya estaba loca antes de conocerte ¡Así que no te sientas orgulloso de tu hombría, porque no soy una estupida enferma por tu causa!
— Clara ¿Qué estas diciendo? Vamos nena bajemos, vallamos a tu apartamento. Te extrañe.
— ¿Enserio me extrañaste?
— Claro que si ¿Como no lo voy a hacer?
— Yo también te extrañe, pero… lo hice por que te amo ¿Tu me amas?
— Yo…
— ¿Por qué no respondes?... ¡Porque no me amas!
— Clara, tu sabes como son las cosas… nos conocemos solo hace tres meses.
— Oh ya entiendo. Te parece poco tiempo para amarme ¿¡Pero para acostarte con migo no te ha pareció poco tiempo!?
— Son dos cosas diferentes y no es lo que vos estas pensando.
— Son dos cosas diferentes, son dos cosas diferentes, ¡Es la misma mierda! Cada vez que quisiste… yo estuve ahí. Cada vez que me lo pediste, que me suplicaste que… ¿A dónde vas? ¡Vuelve! ¿A dónde vas?
— Me voy.
— ¡Vuelve aquí! ¡No te vas a ningún lado!
— ¿Clara que haces? Baja esa arma ¿¡Qué diablos estas haciendo!?
— Tu te quedas… a mi nadie me deja hablando sola.
— Dame el arma por favor, no sabes lo que estas haciendo.
— Si, si se lo que estoy haciendo…voy a matarte, y después me voy a matar yo, ¡Porque pretendo perseguirte hasta muerta!
— ¡Estas loca!
— Pobrecito ¿A caso estas llorando?... oh mira, si eso es una lagrima. ¿Te apenas porque vas a morir? ¿Por qué? ¿Qué pierdes?, que yo sepa no vales la pena y no tienes nada que alguien ha de llorar. Solo yo lloraría por ti, porque te amo… cariño, si me hubieras llamado.
— ¡Te llame, me atendió el maldito contestador y deje un mensaje en el!
— ¡No te creo nada! ¡Eres una basura!
— ¡Clara no!...
— Mi amor, mira lo que me hiciste hacer ¿A caso te piensas que yo ahora quiero morir? No claro que no, pero no me voy a quedar para llorar por ti. Mírate eres tan lindo hasta muerto…me impresionas. Bien, a la cuenta de tres: uno, dos…oye ¿Y si en verdad me llamaste?… Mi celular, ¡Diablos mi celular! ¡Aquí esta!… ¡Maldita maquina apresúrate!
— Usted tiene un mensaje de voz: Hola Clara. Bueno te estoy llamando, prometí que iba a hacerlo y nunca fallo a una promesa. Pero no, no lo ago solo por eso tenia ganas de escuchar tu voz…, te extraño y no me importa eso que dices tu cuando te pones mal de que yo ni me acuerdo de ti, porque en verdad te extraño y no se…siento miedo porque no quiero que sufras por mi culpa. Sabes hoy me levante con una sensación rara como de que algo no anda bien, pero bueno, no voy a aturdirte con mis tonterías. Tengo que cortar, mañana paso por tu apartamento y te cuento como me fue, ansió verte. Besos.
— Tres