martes, 12 de febrero de 2008

Espejismos de amor

¡¡¡Evocando al san patrono de la fiesta más…más…más estupida del mundo: San Valentí, le digo en su mismísima cara que, este día, es una reverenda porquería!!! Pero ya que estamos:

Una vez me preguntaron: ¿Qué era el amor para mí?
Hay muchas formas de amar, muchas formas de demostrar que se ama y muchas formas de darse cuenta de que este sentimiento ocupa nuestro cerebro -o corazón-…
La verdad que no soy muy partidaria de los conceptos tiernos y magdalénicos que se suelen dar sobre “el amor”, pero creo que voy a ser un poco prudente al tocar este tema, pues bien… tengo piedad, no quiero romper tu pequeño y frágil corazón.
Si quieres que me ponga sentimental y que te diga algo sensible así nos tornamos románticos, bien, te daré el gusto:
El amor, para mi, es la acción más desinteresada que puede existir y sobrevivir sobre la tierra, es aquella palabra u acto, cuyo único objetivo es hacer lo mejor por el otro sin importar que ocurra con uno mismo. El amor es una muestra de “no egoísmo”.
El ser humano se caracteriza por su único y molesto “yo primero”. El hombre es egoísta por naturaleza, es una herramienta de supervivencia, de confrontación con la vida, la llegada rápida a su progreso.
El humano deja de ser egoísta cuando está enamorado y para emocionarte te digo que el hombre se convierte en un gran hombre, cuando siente amor verdadero…

El amor es superior, no hay otro tipo de sentimiento parecido que sea real, si bien existe el “casi o supuesto amor”, aprecio, interés o como quieras llamarlo, en medio de una tormenta, el muy cobarde, no suele acudir; tampoco suele ser desinteresado, el “casi amor” siempre anda buscando monedas que robar del bolsillo del otro. Pero el amor, claro que acude y prevalece en el tiempo y ofrece sus monedas, por más que el se quede sin nada.
Creo que hoy en día el amor se encuentra subastado a un precio miserable y por está razón es que su concepto e importancia se ha desvanecido e igualado al de un simple “me interesas”. Si bien no es mediocre, no es amor.
Bien… pero a mí no me importa hablar del amor en general, del amor como filosofía -demasiado complicado-. No me interesa el amor hacía un padre, hermano, abuelo, tío, cuñado y todo el árbol genealógico. Yo quiero hablar del “amor adolescente”, el amor de la supuesta pareja, el amor de una niña a un niño o lo que sea, que -como ya todos sabemos y si no lo sabias te estas enterando- no es amor ¿¡A caso pensabas que si!?.
En mi opinión el verdadero amor a está edad no existe, pero sin embargo es vivido como tal esa especie de obsesión o acostumbramiento que existe hacía una persona del otro sexo, o del mismo.
Los jóvenes de hoy son tan estupidos, yo los veo caminando de la mano con su espejismo de amor, los veo regalándose rosas y tarjetitas el maldito día de San Valentín, los veo perderse en el olimpo de la inutilidad por una persona, los veo pelear por cosas estupida: ¡¡ ¿Por qué la mirabas?!! ¡¡Yo no la estaba mirando!! ¡¡Si te vi, la estabas mirando!!... y si la estaba mirando, porque en eso se basa la adolescencia de experimentar, desear, mirar y gozar, no se trata y no importa el aprender. Verdaderamente todo es: SEXO, SEXO, SEXO, SEXO, SEXO, SEXO y mas SEXO.

Si me preguntan, todo esto es una perdida de tiempo y de esfuerzo, esta bien, por algo se empieza ¿no?, nunca se va a amar a alguien en el primer intento, es algo que depende de la experiencia. Los años te dan sabiduría y las vivencias sirven para aprender y llegar a esa sabiduría, pero creo que los jóvenes no piensan suficiente en ello como para aprender de esas relaciones que experimentan, y llegan a los veinte y pico de años con cinco hijos y un doctorado en “¡no se hacer nada!” -Aunque esto tiene más que ver con la inconciencia y es un tema social que no suele relacionarse con el amor yo pretendo dirigirme al: ¡Si, yo te amo, tengamos sexo y sin protección!-
Es demasiado frustrante cuando la juventud se utiliza solo para gozar y no, también, para aprender. Pero imaginate… no aprenden de la escuela menos van a aprender de su juventud, de sus propias vidas.

Ahora, solo piensen un poco degenerados, piensen, razonen y pregúntense ¿que es el amor para ustedes?, preocúpense por aprender y no solo por sentir, preocúpense por ser menos mediocres y ser capaces de, aunque sea, hacer “feliz” al hombre o mujer que tienen al lado y si no pueden hacerlo no anden por la vida diciendo que están enamorados ¡Háganme el gran favor de ahorrarme la necesidad de tener que decir tantas estupideces!

¡¡¡No a la comercialización patética del día de San Valentín, quemen las flores, rompan las tarjetitas con frases boludas, desoyen a los ositos, ahora es el momento!!!

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